Maria Rodriguez

“Cuando mi niño estaba en tercero y mi hija en cuarto año tuve que sacarlos de la escuela pública porque no estaban aprendiendo nada por cuestión de la pandemia. Había maestras que se estaban portando muy groseras con los niños. Los insultaban, usaban palabras no muy adecuadas para ellos, y no ponían mucha atención en los niños, entonces prácticamente ellos no estaban aprendiendo nada”.

“Como los niños a veces no saben muy bien cómo usar la computadora, ella los dejó atrás y le decía: «Espérate hasta al siguiente nivel.»”.

“Yo hice el reporte a la escuela, de qué usaban palabras ofensivas hacia los niños. Hice el reporte con la directora de la escuela, les expliqué que necesitaban cambiar a mi niño de clase o sinceramente yo le iba a tener que cambiar de escuela”.

“Un mes antes de que se terminara el año, me comunicaron que mi niño iba a reprobar el año y que iba a repetirlo porque supuestamente no estaba aprendiendo, pero a mí nunca me comunicaron que mi niño no estaba avanzando porque todo era en línea”.

“Entonces en realidad no me gustó la forma en que estaba funcionando la escuela. Una de mis amigas me comentó que porque no los metía en una escuela católica que era muy muy buena. Cuando pasó eso con la profesora, los cambié a San Nicolás la primera semana en octubre de 2020. Hasta diciembre el equipo de la escuela pública me comunicó que le iban a cambiar de clase. Pero ya estaba estudiando en la nueva escuela.”

”El primer año no me podían ayudar mucho porque califique y entregamos la aplicación demasiado tarde. Pero este año gracias a Dios las becas de “Empower” nos ayudaron con casi toda la matrícula de los dos niños. Nos ayudó muchísimo porque estábamos retrasando un poco económicamente y hemos estado por un tiempo un poco difícil”.

“Me gusta muchísimo la forma en que les están enseñando, en la forma en que los están guiando espiritualmente. Es una educación completamente diferente. Es una gran oportunidad para los niños igual que para los padres porque en realidad están aprendiendo más. Es un nivel totalmente diferente”.

“Ha sido una gran bendición porque somos una familia de bajos recursos y necesitábamos la gran ayuda de las becas”.

“Son una gran ayuda para muchas familias como nosotros que no ganamos mucho, pero queremos que nuestros hijos sigan adelante con una educación mucho mejor en cuestión religiosa, guiarlos por buen camino más que nada. Los niños ven eso y van valorando eso, van creciendo. Es una cultura completamente diferente tanto religiosa como moral”.

“Estoy muy agradecida la verdad por todo lo que han hecho para los niños, para las escuelas y que Empower está trabajando para que haya más oportunidades para más niños”.

“Ha sido una gran ayuda, una gran bendición, la verdad”.

María Rodríguez
Madre
Chicago, Illinois